A pesar de jugar un viernes, partir a las 15:15 con la comida en el estómago y llegar con el tiempo justo para cambiarse y salir al terreno de juego, el equipo dió la cara hasta el pitido final. El equipo salió concentrado desde el inicio y la primera parte estuvo muy igualada, aunque las mejores ocasiones fueron nuestras. Pero el portero del Comillas estuvo acertadísimo durante todo el partido.
En un balón colgado al área Moha salió de puños y recibió un rodillazo en un costado el balón, salió a la frontal y un jugador del Comillas lo envía a las redes. El árbitro miró para otro lado y el Comillas se adelantaba en el marcador.
El paso por vestuarios reactivó a los nuestros y pudimos disfrutar de un espléndido segundo tiempo. El equipo salió lanzado a por la remontada, y se crearon grandes ocasiones, la más clara un tiro al palo y el posterior rechace también a la cruceta de la escuadra. El empate no llegaba pero las ganas del equipo seguían por todo lo alto, atacando sin cesar.
En la enésima internada por banda izquierda, el balón llegaba al segundo palo y Rober lo empujaba a las mallas. Quedaban 9 minutos para el final, pero el equipo no se conformó y siguió buscando la victoria. El portero rival evitó dos manos a manos que ya se cantaban como gol. En el descuento un balón llovido, es perseguido por Arturo con mucha fe y ganas, el central y el portero no se entienden y Arturo empujaba el balón. El equipo se fundía en una gran piña desbordando alegría.